Chinchero es otra de esas joyas de la arquitectura barroca andina del Cusco, lástima que todavía no ha sido intervenido para su debida conservación, hacer tomas fotográficas es sumamente difícil, por una de las prohibiciones absurdas que esgrime el arzobispado del Cusco, lo cual no tiene nada que ver con la preservación del patrimonio sino más que todo por una postura relacionada con los robos sacrílegos y por otro lado porque las fotos son una suerte de mercancía preciosa por la misma prohibición, que ellos si pueden comerciar.
Pero me pregunto yo si el estado no tiene la capacidad de restaurar y preservar cada iglesia cada templo, cada imagen religiosa, cada lienzo de la escuela cusqueña, si la iglesia dice a su vez no tener tal capacidad a pesar de recibir ingentes regalías por los ingresos del turismo a sus templos, entonces quien puede hacer algo, llegan estudiosos de España por ejemplo pero se quedan empapelados entre la burocracia y las prohibiciones de las autoridades y del clero.
Es necesario no ver estos bienes tan solo como reliquias de las cuales se puede sacar dinero por visitarlas, contemplarlas sino como parte del patrimonio de la nación y de la hispanidad, más que reliquias religiosas y demás, necesitan ser preservadas cuidadas, y sometidas a un debido proceso de preservación.
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